Los socialistas europeos han advertido abiertamente a la alemana Ursula von der Leyen que no la buscarán para un segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea y se sigue sugiriendo que podría trabajar con eurodiputados extremistas alineados con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Von der Leyen es la candidata del Partido Popular Europeo a la repetición obligatoria y, entre las respuestas, su partido será el primero en número de candidatos. Sin embargo, además de ser confirmado en el Consejo Europeo, uno debe ser reinstalado por un alcalde en el Parlamento Europeo, lo cual es imposible sin la participación de socialistas o liberales.
En un debate electoral organizado en Bruselas la semana pasada, Leyen reconoció que hasta ahora ha podido mantener fructíferas conversaciones con el jefe del Gobierno italiano, quien ha viajado a varios países para reforzar las posiciones europeas sobre el control de la emigración. Y en el mismo discurso sugerí que podía seguir trabajando con cualquier partido que cumpliera tres condiciones: ser proeuropeo, respetar el Estado de derecho y formar parte de una Ucrania devastada por la guerra, lo que se interpretó como un intento de justificar la acuerdos con miembros de los grupos detrás de los populares. El canciller alemán, el socialista Olaf Scholz, ya advirtió que «cuando se forme el próximo comité, no debemos confiar en un alcalde que también necesita el apoyo de la última derecha».