La evolución de los sistemas alimentarios rumbo al 2030 se encuentra con obstáculos y patrones esenciales que precisan atención inmediata. Una investigación reciente llamada «Gobernanza y resiliencia como puntos de inicio para la transformación de los sistemas alimentarios en la cuenta atrás hasta 2030», presentada en Nature Food, proporciona un análisis detallado de 50 indicadores globales desde el año 2000, clasificados en cinco temas principales:
La transformación de los sistemas alimentarios hacia 2030 enfrenta desafíos y tendencias clave que requieren atención urgente. Un estudio reciente titulado «Gobernanza y resiliencia como puntos de entrada para transformar los sistemas alimentarios en la cuenta atrás hasta 2030», publicado en Nature Food, ofrece un análisis exhaustivo de 50 indicadores globales desde el año 2000, agrupados en cinco temas principales:
No obstante, siete indicadores muestran retrocesos significativos, como el aumento en la volatilidad de los precios alimentarios, la disminución de la responsabilidad gubernamental y una reducida participación de la sociedad civil. Estos elementos provocan incertidumbre y dificultan la estabilidad de las políticas en un entorno global cada vez más complejo.
Sin embargo, siete indicadores presentan retrocesos importantes, como el incremento de la volatilidad en los precios de los alimentos, el debilitamiento de la responsabilidad gubernamental y una menor participación de la sociedad civil. Estos factores generan incertidumbre y desafían la estabilidad de las políticas en un contexto global cada vez más complejo.
El informe resalta cómo los cambios en ámbitos como la gobernanza o la calidad de las dietas tienen repercusiones en otras áreas, destacando la necesidad de enfoques integrales y multisectoriales. Los casos de estudio en Etiopía, México y los Países Bajos ilustran cómo estas interacciones se manifiestan en diferentes contextos locales, ofreciendo lecciones valiosas para la adaptación y mejora de los sistemas alimentarios a nivel global.
Jessica Fanzo, directora de la Iniciativa Alimentos para la Humanidad de la Universidad de Columbia, enfatiza la urgencia de una reforma integral de los sistemas alimentarios ante la «sindemia» de desnutrición, enfermedades relacionadas con la alimentación y cambio climático. «Este estudio es crucial porque nos permite medir la velocidad del cambio y orientar las acciones necesarias para gestionar lo que medimos», afirma Fanzo.