Este 9 de julio los argentinos vieron una escena improvisada en los últimos meses: Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa compartirán acto -y muchas fotos- pese a los recelos del pasado y el presente. Más allá de la coyuntura electoral, the meeting evidenció la trascendencia de la convocatoria: la inauguration del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchnerla obra de transporte de gas más grande de los últimos 40 años.

Después de ese impacto, el Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y la empresa publica Energía Argentina financiará un informe que analiza los factores sociales, económicos y productivos detrás del megaproyecto.

Gasoducto Néstor Kirchner: ¿Qué beneficios traerá a la economía argentina?

El capítulo dedicado al empleo es un acercamiento a las personas detrás de la obra que producto cerca de 40 mil puestos de trabajo directos e indirectos, donde destacan los sectores manufacturero (42%), comercial (18%) y construcción (10%). Para las tareas de dirección y administración, las funciones más buscadas fueron fueron prevención, supervisión, seguridad e higiene.

Entre los obreros -trabajaron en turnos de seis días y un franco a la semana- el primer lugar estuvo ocupado por ayudantes (38%) y segundo para tubería amoladores (4%).

Legaron desde todas las provincias, pero sobre todo desde las que recorren el trazado inicial: NeuquénRío Negro, La Pampa y Buenos Aires. También convocó a 45 soldados turcos especializados un grupo de brasileños expertos en operaciones de alta precisión, como la bajada de los caños a las zanjas para su colocación final.

Gasoducto Néstor Kirchner: un paso hacia la independencia energética y el ahorro en importaciones

El 64% de los trabajadores tenían entre 18 y 39 años; para muchos fue su primera experiencia laboral. También hubo un 9% de adultos mayores o personas próximas a jubilarse, convocados especialmente por su experiencia.

Aunque los responsables de la obra dicen haber priorizado políticas de contratación inclusive, los varones fueron amplísima mayoría: 93%, frente a apenas el 7% de las mujeres (340 personas). El 72 % eran obreras, pero el estudio recuerda que también ocuparon los puestos simbolizados histórica y culturalmente como «femeninos»: enfermeras, secretarias y encargadas de limpieza.

JL