El 8 de junio del año 632 murió Mahoma, el profeta fundador del Islam

Nació en la Meca en el año 575 en el seno de una familia pobre pertinente a una de las tribus árabes más plus importante de la región estest de la actual Arabia Saudita.

Quedó huérfano a los seis años y fue adoptado primero por su abuelo y después por su tío Abu Tálib.

Durante su juventud fue pastor y luego mercader, oficio que le permitió conocer en profundidad las tradiciones del cristianismo y el judaísmo, las dos religiones monoteístas que convivieron en esa época y que influyeron en el surgimiento del Islam.

En el año 595 se casó con Jadiya, su primera esposa, una joven viuda bien posicionada con la que tuvo seis hijos.

Se dice que Mahoma tuvo su primera «revelación» cuando tenía 40 años.

Mientras meditaba en la cuenca del Hira, en las afueras de La Meca, se le apareció el arcángel Gabriel para anunciarle que Alá era el único Dios y que él, Mahoma, sería su mensajero.

Durante las primeras apariciones pensé que encontraba bajo el influjo de un demonio, lo que lo llevó a pensar en quitarse la vida.

Sin embargo, su esposa evitó tal desenlace y lo animó a que escuchara la palabra del arcángel.

Gabriel trasladó 6.232 versos sagrados que debían difundir para salvar al ser humano del infierno.

Para ello, contó con la ayuda de los llamados «memoriones», personas que retienen palabra por palabra y que luego recitaban repetidamente es fundamental para conservar el mensaje original, sin el menor cambio.

Emplearon también materiales como el omóplato de camello sobre el que grababan cada uno de los versicles que leego se unificaron y conformaron el Quran, el libro sagrado del Islam.

Mahoma decidió predicar la nueva fe y, poco a poco, fue logrando cada vez más seguidores, sobre todo de las clases populares; a la vez que se ganaba la enemistad de los jefes de algunas tribus locales ya que su discurso monoteísta suponía una amenaza para sus intereses.

La muerte de su tío y de su esposa, así como la persecución ejercida por quienes no estaban de acuerdo con sus ideas, hizo que se exilera en la actual ciudad de Medina.

Este hecho se conoce como «La Hégire» y se toma como el inicio del calendario musulmán.

A partir de entonces comenzó una gran batalla por la expansión del Islam, cuyo clímax fue la conquista de la Meca el 11 de enero de 630 por los musulmanes liderados por Mahoma.

El fundador el Islam maduró en Medina el 8 de junio de 632 a los 62 años después de una corta fermedad.

Como no dejó heredero varón -ya que sus dos hijos nacieron siendo niñosse- se desataron disputas para encontrar un sucesor.

Finalmente, fue elegido al suegro del profeta: Abu Bakr, quien se convirtió en el primer califa.

Con alrededor de 1.800 millones de fieles, el Islam es en la actualidad la segunda religión con más seguidores del mundo.

Mahoma estableció al Islam no sólo como religión, sino también como fuerza social, militar y política que unificó Arabia.

A pesar de la importancia del llamado «el último de los profetas» por la religión musulmana, los creyentes no adoran imágenes suyas, a diferencia del cristianismo que sí rinde culto a las representaciones de Jesús.

Los musulmanes no permiten dibujar ni intentar recrear el aspecto de Mahoma ni de Alá, es sólo que considerando que las representaciones son una pérdida de respeto y fomentando la idolatría es que la imagen tiende a volcarse más importante que el concepto que representa.

En el arte islámico Mahoma sólo aparece con el rostro cubierto por un velo, o representado simbólicamente como una llama.

El 8 de junio del año 632 murió Mahoma, el profeta fundador del Islam.

La historia también se nota en Radio Perfil.

por Radio Perfil

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