La premisa del modelo de desarrollador ciudadano, o «desarrollador ciudadano», es que cualquier persona dentro de una organización puede desarrollar software. No es necesario crear parte de la gerencia de sistemas ni experto en tecnología: basta conocer lo qu’uno mismo hace en la empresa, acceder a las herramientas adecuadas y una aplicación para completar la tarea de manera más rápida, eficiente y libre de errores .

Este concepto surge de la necesidad. la aceleración de transformación digitalque produjo enormes beneficios para las empresas, trajo también algunos nuevos desafíos.

Por un lado, un aumento exponencial en la demanda de soluciones tecnológicas para todas las áreas de la organización. Esto «asfixió» a las áreas de IT (Information Technology, término que alude a las tecnologías de la información y la comunicación), que no siempre pueden responder en tiempo, en forma o priorizando correctamente de acuerdo a la urencia oa la necesidad del negocio.

Un CEO local explica por qué la crisis de las tecnológicas globales ayudaría a la Argentina

Por otra parte, el ya famoso escape de talento digitalque hace que las empresas no puedan reforzar sus equipos ya requeridos.

El modelo de desarrollador ciudadano es un paradigma mameluco en el que el solucionador es la parte inferior de la bota. Apoyado en herramientas conocidas como low code (es decir, que requiere un bajo conocimiento de programación) o no code (sin ningún tipo de habilidad en codificación) se habilita a que un colaborador del área de ventade marketingoperaciones o sector cualquier otro de la organización construya las aplicaciones que necesita.

Más de la mitad de las usuarias digitales sufrieron por ciberacoso

La consultora de mercado especializado en tecnología Gartner estima que solo el mercado de herramientas low-code experimentará un crecimiento de casi el 20% en 2023 en relación con lo ocurrido el año pasado.

También predice que para 2026 los desarrolladores fuera de los departamentos formales de ÉL representarán al menos el 80% de la base de usuarios de herramientas de bajo código, frente al 60% de 2021.

El modelo «desarrollador ciudadano»

Este paradigma aporta notables beneficios: libera tiempo y recursos del área de ÉL para que se concentre en los desarrollos críticos y estratégicos, acelerará la productividad, generará nuevos niveles de compromiso entre lo personal (las personas siten participio directo de las iniciativas de innovación y transformación dentro de la organización) e incrementará los niveles de competencia digital de la empresa, que se ve más rápidamente para cubrir el requerimiento de un entorno que cambia a gran velocidad.

Pero además, el hecho de que el propio usuario desarroll sus aplicaciones incrementó la precisión: nadie sabe cómo se hace el trabajo mejor que la persona que lo realiza.

Sin embargo, el modelo de Citizen Developer no puede desplegarse en un ámbito de anarquía: para que tenga éxito, debe estar acompañado de otro concepto: el de gobernanza. De lo contrario, puede ocurrir que existan varias aplicaciones que hagan lo mismo, productos de software que no almacenen los datos en los repositorios centrales de la empresa o incluyan algunas herramientas que ya vulnerabilidades que puedan ser aprovechadas por los ciberatacantes. En este punto se pone de relevancia a la figura del socio tecnológico: determinó cómo son las herramientas adecuadas de desarrollo, las políticas a seguir y los estándares en materia de experiencia del usuario.

El ciudadano desarrollador modelo democratiza el desarrollo de software en las empresas. Un buen socio tecnológico acompañando esta transformación es básica para sentar las bases de un buen gobierno.

* Director de Tecnología Global de Making Sense.

Tambien te puede interesar